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Iván Vélez: «La construcción de España se forja en la Edad Media»

Les ofrecemos una entrevista a Iván Vélez, autor de un ensayo en el que el reconocido investigador de la Fundación Gustavo Bueno desgrana un episodio de nuestra historia

La Edad Media en la Península Ibérica se ha convertido en uno de los principales campos de batalla ideológicos de la historiografía. Más allá del debate enfocado en la Segunda República Española y la Guerra Civil, los acontecimientos posteriores a la invasión y conquista islámica peninsular están en el punto de mira. Sobre todo, en lo referido a la terminología empleada para describir este periodo histórico.

Ahí nace Reconquista (La Esfera de los Libros, 2022), un ensayo en el que el reconocido investigador de la Fundación Gustavo Bueno, Iván Vélez, desgrana este episodio de nuestra historia. Desde la batalla de Covadonga, de la que el pasado año, coincidiendo con la publicación del libro, se celebró el 1300 aniversario, hasta la toma de Granada, la obra nos ofrece un completo relato de los acontecimientos.

Después del éxito de La conquista de México: una nueva España (La Esfera de los Libros, 2019), episodio también puesto en el foco negrolegendario, ¿qué te llevó a aventurarte en esta parte histórica tan importante de la Edad Media de nuestro país?

Reconquista, al igual que La conquista de México, son encargos de La Esfera de los Libros coincidentes con dos aniversarios: los trece siglos de la batalla de Covadonga y los cinco de la llegada de Cortés a las costas del actual México. En ambos casos se trata de hechos envueltos en enconadas polémicas, razón por la cual, parafraseando a Vito Corleone, fueron ofertas que no pude rechazar.

Pese a ser un encargo, ha surgido un ensayo muy serio y bien documentado. De hecho, has podido investigar más sobre el término Reconquista, achacado a la contemporaneidad por muchos historiadores, pero que tiene unas raíces más profundas, ¿con qué antigüedad lo has podido localizar?

Es sorprendente que muchos historiadores sigan sosteniendo que el término «Reconquista» aparece en español en el siglo XIX, centuria en la que se redactan muchas de las historias nacionales. Sin embargo, el término ya se usaba en nuestro idioma en el siglo XVIII. El primer uso que he hallado apunta a la traducción de una obra en francés. Siguiendo con esta indagación, he encontrado el verbo reconquêter en el último tramo del siglo XVI. Un verbo que establecería un paralelismo entre la reconquista española y la de los Santos Lugares. En cualquier caso, la idea que subyace bajo este término es mucho más antigua, y se abre paso a través de vocablos como “recuperar”, “restaurar”, “recobrar”.

Has apuntado las similitudes que tiene la propia esencia de la Reconquista con las cruzadas en los Santos Lugares. Más allá de lo sucedido en las operaciones militares, son procesos que están marcados por un fuerte espíritu y sentimiento cristiano. ¿Crees que esa espiritualidad surgida en la Edad Media es uno de los factores de peso en la construcción de la identidad nacional de España?

Esta cuestión la aborda magistralmente José Antonio Maravall en su clásico, El concepto de España en la Edad Media, fuente que he utilizado. La construcción de España, subtítulo de mi libro, se forja en estos siglos, en los que hay un proyecto de recuperación de un territorio y de restauración de la Spania goda. Ocurre, no obstante, que a pesar de contar con ese modelo, su desarrollo histórico adquirió tintes imperiales y dio lugar a una España que en absoluto es una reedición de la visigoda.

Volviendo a la batalla acerca de desmentir mitos sobre la Edad Media en la Península Ibérica, otro punto interesante es el que acabaría con la idea de unos reinos cristianos oscuros y atrasados frente al esplendor cultural de la zona andalusí.

La idea de unos reinos cristianos envueltos en tinieblas, en contraste con la luminosidad y sensualidad de al-Ándalus debe mucho al influjo del romanticismo, a la visión de una serie de viajeros ávidos de orientalismo. Sin embargo, la realidad fue otra, tal y como demuestran las obras arquitectónicas, literarias y musicales de los reinos cristianos, que muy pronto se vincularon a símbolos clásicos y que se vieron, incluso, favorecidos, por la llegada de mozárabes y judíos que huían de la tolerancia andalusí.

Uno de los puntos interesantes que desmontaría este discurso sería la llegada de conocimiento a través del Camino de Santiago, uno de los lugares más sagrados de la Cristiandad. También el foco cultural que supuso la Escuela de traductores de Toledo.

El sepulcro de Santiago supuso un verdadero contrapeso con respecto a Roma, lo cual da cuenta de la potencia de un reino con capital en Oviedo que se había dotado de una poderosa simbología de resonancia constantiniana. El camino que conducía a la tumba del apóstol conectó ese enclave con los reinos europeos, singularmente gracias a la orden benedictina.

Por lo que respecta a la famosa Escuela de traductores, esta sirvió para la acumulación de muchos saberes cuya transmisión enriqueció, hasta convertirla en una lengua filosófica, al castellano, lengua escogida por Alfonso X.

En Reconquista, una de las ideas que se puede extraer es que, durante este proceso histórico, España tenía un fin unitario para los reinos cristianos. ¿Podrías narrarnos algún ejemplo previo a la unión definitiva con los Reyes Católicos?

El matrimonio, tormentoso, entre doña Urraca I de León y el aragonés Alfonso I el Batallador es un precedente, con un resultado muy diferente, del de los Reyes Católicos. La unión de aquéllos no cuajó; sin embargo, habla a las claras de la continua trabazón matrimonial existente entre unos reinos cristianos españoles que compartían objetivos expansionistas. Las bodas iban a menudo acompañadas de la firma de tratados que se repartían incluso tierras por conquistar, lo cual da cuenta de los comunes objetivos cristianos que, finalmente, convergieron en las personas de Isabel y Fernando.

Estos episodios son bastante desconocidos para el público general, en parte debido a cómo se enseña la Edad Media peninsular en colegios e institutos. ¿Cuáles son las consecuencias a nivel de identidad de la falta de enseñanza y comprensión de esta etapa histórica?

España es no solo la primera nación histórica de Europa, sino también la forjadora de un imperio civilizador, según la distinción establecida por Gustavo Bueno. Esta es una realidad inaceptable en la actual España de estructura autonómica, con las competencias educativas transferidas, tendente a un modelo confederal disuelto en Europa. Un proceso convergente como el de la Reconquista es inasumible en una serie de regiones que pretenden vincularse al mundo, incluso, prerromano, para encontrar elementos de ruptura respecto al resto de territorios de una nación entendida como cárcel de pueblos. El resultado es una suerte de autismo historiográfico que oscila entre lo local y lo global, pero que omite esa realidad llamada España.

Para terminar, ¿podrías mencionarnos algún episodio desconocido de la Reconquista y que te haya parecido de especial interés?

Mucho antes de su conquista, Ramón Berenguer el Viejo dio a sus hijos en testamento las ciudades de Tarragona y Tortosa, así como las tierras que llegaban hasta el Ebro bajo la fórmula, quando Deus omnipotens eam mihi dederit, en la que se condensa el providencialismo que preside la Reconquista desde un punto de vista ideológico y la idea de avance continuo hasta la recuperación política y religiosa de la antigua Spania.

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