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Día de la Hispanidad: del orgullo por la gesta al desprecio indigenista

El 12 de octubre se celebra en España, y en muchos países hispanohablantes, el Día de la Hispanidad. El motivo es bien conocido: fue precisamente un 12 de octubre, de 1492, cuando se produjo la llegaba a América de la expedición dirigida por Cristóbal Colón. Una increíble aventura que, impulsada desde España por los Reyes Católicos, supuso un punto de inflexión en la historia de la humanidad.

Desgraciadamente, esta conmemoración ha sido denigrada y despojada de su sentido en muchos lugares.

Cuando Colón puso el pie junto a sus hombres en la isla de Guanahaní, en las Bahamas, aún sin saberlo el almirante italiano ―pensó haber llegado a la India―, se iniciaba la construcción de un puente entre España y América que uniría ambas regiones para siempre. Comenzaba una mezcolanza de pueblos que cristalizaría en lo que conocemos como Hispanidad.

En esta conmemoración del Día de la Hispanidad queremos ahondar en la historia de esta fiesta: cuándo se instituyó y cómo llego a ser una fiesta nacional en España y en muchas de las naciones hermanas del continente americano; y, desgraciadamente, cómo esta conmemoración ha sido denigrada y despojada de su sentido en muchos lugares.

El origen

La primera vez que se celebró oficialmente el 12 de octubre fue en España en el siglo XIX. El 23 de septiembre de 1892, la reina regente en España, María Cristina de Habsburgo-Lorena promulgó un Real Decreto en San Sebastián, a propuesta del presidente del Gobierno de entonces, Antonio Cánovas del Castillo, en el que se declaraba fiesta nacional el 12 de octubre de 1892, para celebrar el IV centenario del Descubrimiento.​

El Día de la Raza

La denominación de Día de la Raza apareció por primera vez en enero de 1913 en una hoja difundida por la asociación Unión Ibero-Americana de Madrid, ideada su presidente, el exalcalde de Madrid y exministro de España Faustino Rodríguez San Pedro, para unir a todos los pueblos de habla hispana. Originalmente, se le llamó Día de la Raza, y se celebró por primera vez en la Casa Argentina de Málaga en 1915.

El acto tuvo mucha repercusión, hasta tal punto que Argentina se convirtió en el primer país que institucionalizó esta fiesta de manera oficial en 1917, durante el Gobierno de Hipólito Yrigoyen. España seguiría sus pasos al año siguiente, a través de un decreto del rey Alfonso XIII.

La propuesta inicial de la Unión Ibero-Americana fue impulsada en España en 1918 por el presidente del Gobierno, Antonio Maura, de manera que una ley sancionada por Alfonso XIII el 15 de junio de ese año declaró fiesta nacional el día 12 de octubre de cada año, “con la denominación de Fiesta de la Raza”.

En el decreto, Alfonso XIII hizo referencia a la fiesta instituida por su madre durante el IV centenario de la llegada de Colón a América y señaló la necesidad de dedicar esta fecha cada año como fiesta nacional, mencionando que algunos países iberoamericanos tenían ya “establecida la fiesta nacional” como homenaje a España.

“No puede faltar nuestra bandera entre las que son izadas en la anual conmemoración. Hemos de atestiguar nuestra correspondencia agradecida a la filial efusión de aquellas Repúblicas, y todavía más hemos de renovar la perenne afirmación de los vínculos que con ellas nos enlazan, y de la hermandad dentro de la cual queremos asistir a sus prosperidades, al tiempo en que procuramos la propia nuestra”, escribió el entonces rey de España. En el decreto, Alfonso XIII denominó la conmemoración como Fiesta de la Raza.

La primera celebración del 12 de octubre, por tanto, tuvo lugar ese mismo 1918, quedando deslucida por la gripe española, epidemia que aconsejaba ―esto nos suena― no convocar actos masivos.

Día de la Hispanidad

En 1929, el sacerdote español Zacarías de Vizcarra, que vivía en Argentina, propuso sustituir ‘Raza’ por ‘Hispanidad’ en la denominación de las celebraciones del 12 de octubre. Este término, utilizado ya por Unamuno, cobró un fuerte impulso de la mano de Ramiro de Maeztu, que había sido embajador de España en Argentina.

El 15 de diciembre de 1931, Maeztu escribió un artículo titulado precisamente “La Hispanidad”, en el que, mencionando la iniciativa de Vizcarra, indicaba que había que cambiar el nombre de la conmemoración del 12 de octubre. “Si el concepto de Cristiandad comprende y a la vez caracteriza a todos los pueblos cristianos, ¿por qué no ha de acuñarse otra palabra, como ésta de Hispanidad, que comprenda también y caracterice a la totalidad de los pueblos hispánicos?”, se preguntó Maeztu.

El cambio de nombre por el de Día de la Hispanidad, aunque no estaba aún reconocido legalmente, iba cuajando en la sociedad. Maeztu siguió insistiendo y, en 1935, escribió que, “con gran brillantez” se había celebrado ese año “el día de la Hispanidad”. “Toda España se ha sumado a su conmemoración. Y no solamente en España. En América, ni qué decir. En cuanto al extranjero, allí donde existe un núcleo de españoles se han reunido y han brindado por la raza española”, añadió.

El concepto quedó cristalizado por fin durante el franquismo, en 1958, a través de un decreto de la Presidencia de Gobierno, en el que se ordenaba: “Dada la enorme trascendencia que el 12 de octubre significa para España y todos los pueblos de América hispana, el 12 de octubre será fiesta nacional, bajo el nombre de Día de la Hispanidad”.

El Gobierno de Felipe González mantuvo como festividad nacional el día asociado al Descubrimiento, pero prescindió de la denominación Día de la Hispanidad

Se retira la mención a la Hispanidad

En 1981, iniciado el régimen de 1978, un Real Decreto, refrendó el 12 de octubre como “Fiesta Nacional de España y Día de la Hispanidad”. Sin embargo, en 1987, con Felipe González en el poder, una ley mantiene como festividad nacional de España el día asociado al Descubrimiento, prescindiendo de la denominación Día de la Hispanidad, un concepto que estaba empezando a ser atacado por el progresismo, aunque coloquialmente continúa denominándose de esa manera por la mayoría de los españoles.

El desprecio de la Hispanidad

Desde hace unas décadas, los países otrora orgullosos de esa mezcla cultural que supone la Hispanidad optaron por renegar de ella, despojando a esta fecha de su connotación original.

En Argentina, que como hemos visto fue el país pionero en instituirla como fiesta nacional, cambiaron el nombre en 2010 ―ahí seguía llamándose ‘Día de la Raza’―, de la mano de Cristina Fernández de Kichner, a Día del Respeto a la Diversidad Cultural. Un nombre parecido escogió el vecino Uruguay, que lo llamó Día de la Diversidad Cultural. En 2011, Evo Morales hizo lo propio en Bolivia, rebautizando esta fiesta como Día de la Descolonización, dedicándola a reivindicar la memoria de los pueblos indígenas que, según la falsaria leyenda negra, habrían sido pisoteados por los españoles.

Venezuela celebró el aniversario del Descubrimiento como Día de la Raza desde 1921. Sin embargo, el presidente del país en 2002, el bolivariano Hugo Chávez, lo cambió a Día de la Resistencia Indígena.

En Chile, que celebran el aniversario del Descubrimiento desde 1922, cambiaron su denominación en el año 2000 pasando a ser el Día del Encuentro de Dos Mundos. En los últimos años, los movimientos indigenistas reivindican que esta fecha sea reconocida como el Día de la Resistencia Indígena. Tras la llegada de Gabriel Boric al poder, no es descartable que esta fiesta acabe entregada al indigenismo.

En los últimos años, desde la cultura y la política están surgiendo voces que denuncian por fin la leyenda negra que denigra una de las gestas más reseñables que haya protagonizado jamás un país.

En Ecuador, con Rafael Correa como presidente en 2011, el 12 de octubre adquirió la denominación de Día de la Interculturalidad y la Plurinacionalidad. En la Nicaragua del tirano Daniel Ortega, esta conmemoración pasó a llamarse Día de la Resistencia Indígena, Negra y Popular.

En 2009, Perú se sumó a la moda de renegar de la Hispanidad, rebautizando el 12 de octubre como Día de los Pueblos Originarios y del Diálogo Intercultural. Más recientemente, en 2020, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, cambió el nombre de esta festividad al Día de la Nación Pluricultural, atendiendo también a las reivindicaciones del movimiento indigenista.

Más ejemplos serían los de Costa Rica, que cambió la fiesta en 1994 llamándola Día de Encuentro de las Culturas; República Dominicana, que celebra el Día de la Identidad y Diversidad Cultural; o EEUU, país en el que está efeméride se conmemora como Día de Colón, pero que, desde 2021, también se celebra el Día de los Pueblos Indígenas, fiesta proclamada por el presidente estadounidense, Joe Biden.

En los últimos años, desde la cultura y la política están surgiendo voces que denuncian por fin la leyenda negra que denigra una de las gestas más reseñables que haya protagonizado jamás un país. Sin embargo, como ponen de manifiesto las diferentes maneras de conmemorar el 12 de octubre y la evolución de la denominación de este día, todavía queda mucha intoxicación ideológica. Y duele más ver más acentuada esta tergiversación precisamente en las naciones que hermanaron, junto a España, la proeza de la Hispanidad.

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