Carolina Giraldo Navarro (Medellín, 1991) es una de las máximas estrellas de la música popular en español. Su carisma tiene que ver con una voz cercana, cariñosa, que susurra desamores y subidones vitales como lo haría cualquier chica en su grupo de amigas. «Mi ex tenía razón/ dijo que no iba a encontrar a nadie como él / y encontré uno mejor/ que me trata mejor…». Luego la canción sube de tono y dice “…que me lo hace mejor». Seguramente esté será el estribillo más coreado de sus cuatro noches en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid, que no se librará de escuchar ninguno de los vecinos.
La rima les puede parecer simplona, pero en realidad es magistral. Desde hace tiempo, se estilan las canciones desgarradas sobre rupturas, recordemos la sesión de Shakira con Bizarrap, donde exponía todos los trapos sucios de su relación con Gerard Piqué, icono del F.C. Barcelona. La diferencia es que Karol ya ha superado esa fase, prefiere otro enfoque, el de soltar sus mandobles sin perder la compostura. «Dile a tu nueva bebé/ que por hombres no compito/ que no tiene buena mano/ que al menos yo te tenía bonito», canta en «TQG», iniciales de «Te quedé grande” (su exitoso dueto con Shakira). Aunque no le nombra, la letra está dedicada a su expareja Anuel AA, la estrella más macarra del trap latino. A todos nos gusta una buena bronca de Paquita del Barrio a sus amantes, pero la Karol G madura prefiere los reproches rotundos con retranca, al pasito, para que quede claro que ella ya anda de vuelta.
El último factor en el crecimiento comercial de Karol G ha sido abrazar la cumbia, el género musical más zalamero de América Latina. Cuenta la leyenda que su origen es el naufragio de un barco alemán, que dejó la playa cercana llena de acordeones. Los nativos van incorporando el instrumento al repertorio folclórico de Colombia, obteniendo un sonido seductor y maleable, que —como si fuese un virus— no ha parado de crecer y de mutar durante décadas a lo largo del continente. Entre las muchas variedades de cumbia destacan la sonidera, rebajada, tropical, villera, vallenata, amazónica, electrocumbia…Frente a la dureza de la música urbana, la cumbia destaca por su registro cordial. Es la música que escuchan las empleadas de hogar en sus faenas, lo que suena en los mercados de barrio y en los salones de baile popular los fines de semana. Karol G ama tanto el género que se hizo una tatuaje donde aparece junto a las dos estrellas que más admira. Una de ellas es Selena, reina de la cumbia en el siglo pasado, hasta su trágica muerte víctima de un disparo de una 38 especial (pueden ponerse al día en la serie que le dedicó Netflix). La otra artista que lleva en la piel es Rihanna, confirmando su interés en el robusto dancehall jamaicano.
Mi Ex Tenía Razón:
Por supuesto, antes de convertirse en la diva dulce y divertida que es ahora tuvo que ganarse el respeto de la tribu de la música urbana en español, probando que era tan dura como cualquiera. En su etapa más trapera era tan desafiante que terminaron apodándola La Bichota, sobrenombre que alude a los grandes narcotraficantes (bichotes) en San Juan de Puerto Rico. Cuando explota el reguetón en la isla, las mafias vieron la escena como un excelente modo de blanquear dinero, así que financiaron de manera generosa conciertos, fiestas y grabaciones (como hizo la mafia italiana de Estados Unidos con cantantes melódicos como Frank Sinatra en el siglo XX). En todo caso, Karol toma su alias de manera metafórica. “La Bichota’ era como algo ‘wow’, y yo quiero hacer una canción que se llame ‘Bichota’, vamos a cambiarle la connotación para que sea algo de poder y fuerza», aclara.
Karol G no es una militante feminista en el sentido estricto, pero es ingobernable cuando algo no le gusta. En abril de 2023 criticó los retoques que le hicieron a su foto para la portada de GQ. “A pesar de dejar clara mi inconformidad con la cantidad de ediciones que le hicieron a la foto, no hicieron nada al respecto, como si para verme bien necesitara de todos esos cambios. Entiendo las repercusiones que puede tener esto, pero más allá de sentir que es una falta de respeto a mí, es a las mujeres que todos los días nos despertamos buscando sentirnos cómodas con nosotras mismas a pesar de los estereotipos de la sociedad”, escribió en su Instagram. Cinco horas después de haber sido publicado, el post de la cantante tenía más de 3,5 millones de ‘Me gusta’ y más de 61.000 comentarios.
La siguiente vez que fue entrevistada por la revista, recibió a la periodista en su casa y le preparó tres hipercalóricas arepas de queso, cocinadas con agujeros en la masa “para que la capa de mantequilla —de un centímetro de altura— empape bien el maíz’”. Nada de barritas de proteínas. Otro de sus éxitos se titula “Qlona”, apología de las latinas con curvas. “Te mentiría si no estoy loco por darte/ con ese jeancito, cómo te ves de culona/ Nos vamos de guayeteo, fumeteo, en la disco mero perreo/ Te pusiste minifalda pa ver si yo te gateo/ un besito pa’ sentir ese goteo”, canta en la pieza a medias con la estrella mexicana Peso Pluma. Así es el nuevo cortejo plebeyo, explicado en cinco versos.
Parece una frivolidad, pero esto también es una batalla política, como explicó nuestra superventas urbana Bad Gyal. “Me flipa cómo se habla de las mujeres en las letras de reguetón. Lo que yo veo, y después no valoramos, es que se describe a una mujer libre. Se la anima a que se comporte como quiera, aunque alguna de sus canciones están mal vistas en la sociedad. También se habla de que hay muchos tipos de cuerpos bonitos, no solo uno, mientras que quizá en la música pop blanca, no latina, no afroamericana, nos ha hecho quedarnos con un modelo de mujer que es mucho más opresor que el del reguetón, o de cualquier otro estilo”, señalaba durante una entrevista con el programa El Bloque en 2018.
Tras unos inicios titubeantes, Karol G comienza a llamar la atención en 2013 gracias a “Amor de dos”, un dueto romántico con Nicky Jam. Poco a poco se va haciendo más bellaca y en 2017 arrasa con “Ahora me llama”, a medias con Bad Bunny. La consagración llega con el pelotazo de “China” (2019), donde comparte micro con Anuel AA, Daddy Yankee, Ozuna. y J. Balvin. Se trata de himno infeccioso, sobre infidelidades de discoteca, que ahora mismo cuenta con más de dos mil millones de reproducciones. En seis años, Carolina ya se había codeado con casi toda la aristocracia del perreo. El mercado anglosajón se le abre de par en par con la juguetona “Tusa” (2019), a medias con Nicki Minaj, mil quinientos millones de visitas ya.
Su estilo actual comienza a asomar en el álbum Ocean (2019), donde despliega una mirada más serena y asentada, que descubre tras unas vacaciones en las playas de Tenerife. Esta madurez no significa perder la pegada: canciones posteriores de alto voltaje como “El makinón” muestra que puede competir en flow con cualquier recién llegado. Su audacia musical es solo suya, pero Karol ha crecido exponencialmente gracias a la alianza con el productor Ovy On The Drums, sobrenombre de Daniel Echevarría Oviedo, un inspirado e intuitivo productor al que le unen muchas cosas. Divas como Madonna escogen productores de moda como si fuese modelitos en un escaparate de Louis Vuitton, pero Karol es distinta. “Él me conoce muy bien, conoce mucho a mi familia. Vivimos cuatro años en mi casa de Medellín y el primer estudio de grabación lo construimos juntos, poniendo ladrillos mano a mano”, decía sobre Ovy en El País en marzo de 2023.
Con su cuarto álbum, Mañana será bonito (2023), Karol G se convirtió en la primera mujer en debutar en el número uno de la lista Billboard 200 con un disco en español. Este trabajo y su secuela, subtitulada Bichota Season, son dos álbumes magistrales, aunque no lo parezca en primera escucha. El nivel de la música urbana en nuestro idioma es tan alto que no impresiona ni descoloca, pero ambas partes contienen temazos enormes para levantar cualquier pista de baile. Karol triunfa es cada registro que intenta: sean guiños al reguetón clásico (“Gatita gánster”), himnos electrónicos pensados para estadios (la remezcla de “Provenza”) o apologías febriles del fiesteo en su ciudad (el remix de “Otra noche en Medellín”, de Cris MJ). Karol G llega a sus cuatro Bernabéus en el mejor momento de su carrera, como corresponde a la más radiante de las divas de la hispanidad actual.
Karol G actúa en el Santiago Bernabéu (Madrid) los días 20, 21, 22 y 23 de julio de 2024