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Luces de la Hispanidad

En los últimos días se ha hablado mucho de la Hispanidad. Algunos medios de comunicación y usuarios de redes sociales aprovecharon el pasado 12 de octubre para dar rienda suelta a su hispanofobia. Algunos cargaron las tintas contra los errores y los excesos de los españoles en América. Otros simplemente se dejaron caer en la manipulación histórica o la invención negrolegendaria.    

Luces de la Hispanidad ofrece el necesario contrapunto. Su lectura actúa como un bálsamo. El nombre no engaña. La obra española en América, Asia y África tuvo luces y sombras. Mientras unos magnifican las sombras, el padre Santiago Cantera se centra en las luces.

Allá por donde pasaban, los españoles construían ciudades, universidades y escuelas superiores con plazas para los indígenas

El autor nos invita a dar un paseo para contemplar la riqueza cultural, científica y espiritual que transmitió España al Nuevo Mundo. Nuestro país promovió la educación y la formación de los americanos. Allá por donde pasaban, los españoles construían ciudades, universidades y escuelas superiores con plazas para los indígenas. También instauraron un sistema de becas para que nadie quedase excluido ni por raza ni por falta de recursos. Muchos de los mejores profesores y tutores de la península se desplazaron a América para impartir sus conocimientos. España también puso a sus mejores intelectuales a trabajar para dar forma escrita y fijar gramaticalmente las lenguas indias. 

España fue pionera en la distribución de vacunas entre la población nativa y fundó una fascinante red de hospitales a lo largo y ancho del continente

El campo sanitario merece un comentario destacado. España fue pionera en la distribución de vacunas entre la población nativa y fundó una fascinante red de hospitales a lo largo y ancho del continente. En este terreno destaca la labor de los Hermanos de San Juan de Dios. Una expedición de seis religiosos desembarcó en Cartagena de Indias y construyó allí su primer hospital. En apenas un siglo esta orden fundó alrededor de cien hospitales. En ellos se atendía a todos los enfermos que llegaban, tanto españoles como indios. 

Una potencia colonial depredadora no se hubiera comportado así. España favoreció los matrimonios mixtos y el mestizaje

La misión evangelizadora, educativa y asistencial no fue fruto del azar. Una potencia colonial depredadora no se hubiera comportado así. España favoreció los matrimonios mixtos y el mestizaje. Para el padre Cantera el proceso de descubrimiento y civilización llevó el sello de la monarquía hispánica y, en especial, de Isabel la Católica. Su visión del mundo española quedó plasmada en el testamento de la reina y después en las Leyes de Burgos y las Leyes de Indias. España se llegó incluso a plantear la legitimidad de su presencia y acción en América. Ningún otro imperio de la época hizo nada parecido. Ni en la esfera protestante (Holanda o Inglaterra) ni en la esfera católica (Francia o Portugal). En este debate participaron los principales filósofos, teólogos y juristas de la época, entre los que destacaba el padre Francisco de Vitoria. Este sacerdote es considerado el precursor del derecho internacional y los derechos humanos.

También resulta muy interesante el apartado dedicado al movimiento social católico en Hispanoamérica. Luces analiza varias organizaciones de carácter sindical y social surgidas en el siglo XX bajo el impulso de la encíclica Rerum novarum del papa León XIII. De México destaca los Congresos Católicos, los Congresos Agrícolas y la creación de asociaciones obreras y de una prensa católica con inquietud por los temas sociales auspiciada por los obispos. Los jesuitas encabezados por el padre Vicente Andrade y los jóvenes de Acción Católica fundaron el sindicato Unión de Trabajadores de Colombia (UTC). En Chile, el padre Hurtado promovió la Acción Sindical Chilena (ASICH). Estos son solo algunos ejemplos de cómo los católicos hispanos se organizaron para llevar a la práctica la Doctrina Social de la Iglesia. Estos frutos fueron posibles gracias a la semilla que los españoles habían plantado mucho tiempo atrás.

El padre Cantera proporciona serenidad y altura de miras en unos tiempos dominados por la crispación

En su obra, Cantera nos anima a “volver la mirada hacia la verdadera tradición hispánica y católica de Hispanoamérica, redescubrir su auténtica esencia, enamorarse de ella y poder construir así un futuro mucho más prometedor”. Luces transmite paz, pone las cosas en su sitio y da una visión trascendente de la labor española en América. Este es, probablemente, el factor diferencial de esta monografía respecto a otros libros actuales que rebaten la leyenda negra. El padre Cantera proporciona serenidad y altura de miras en unos tiempos dominados por la crispación.

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