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Persecución a un hombre de Estado

Brevísima antología del fango

Es el caso del dr. Pedro SánchezPérez-Castejón, el Bismarck español desunificador, un cultísimo hombre de Estado como prueban los libros publicados con su nombre. Los políticos nacen y se hacen en un marco temporal concreto. Para juzgarles objetivamente, hay que tener en cuenta, que el momento histórico en que  viven y la situación concreta de su nación determinan el objeto de la acción política. Y “la política de misión” del dr. Sánchez, seguramente discípulo ex lectione de Eugenio d’Ors, consiste, entre otras cosas, en liberar España del fango ultraderechista que la ahoga y construir  una democracia decente. ¿La democracia avanzada prescrita en el preámbulo de la Constitución?

 Gramsci distinguía la grande política de la piccola política y, en este momento de desastre nacional, que será peor que el  del 98 si no consigue el dr. Sánchez enderezar el rumbo con su grande política. Recuerda mucho a la del Eiserne Kanzler, de cuyo estudio  aprendió seguramente, que la política no es una ciencia, como imaginan muchos señores profesores, sino un arte (Die Politik ist keine Wissenschaft, wie viele der Herren Professoren sich einbilden, sondern eine Kunst). Es lo que no entienden la mayoría de los  comentaristas objetivos y menos aún sus críticos y detractores, que tampoco quieren  entenderlo.  Gente extremista, la mayoría fascistas como denuncia de vez en cuando el propio dr. Sánchez.

Para ayudarle  contra las intrigas de la derecha para desbaratar su grande política, orientada patrióticamente a contrarrestar y rectificar el fracaso de la transición a la Monarquía y cumplir el mandato constitucional de establecer un orden o régimen político de democracia avanzada, puede ser interesante una brevísima antología que resuma los principales argumentos de las críticas de mala fe de la fangosa extrema derecha a la decisión del dr. Sánchez de regenerar la  democracia. Actitud que le da ciertamente  la apariencia de demagogo populista aprendiz de tirano —el que movido por sus bajas pasiones se convierte, decía Platón, en esclavo de sus deseos y ejerce el poder sin justicia—, porque al actuar langfristig como los hombres de Estado, da la impresión de que considera de su propiedad la presidencia del gobierno de España, de la que disfruta gracias a que le propuso —invistió en términos legales—  el rey reconociendo sus dotes de gobernante.  Los fachas le designan frecuentemente con esa palabra, quizá porque, en su incultura, no saben muy bien que significa exactamente.

La antología puede comenzar citando una absurda y agresiva editorial de El Debate (17-IX-2024) titulada “Un presidente censor y liberticida”, que califica precisamente al dr. Sánchez  de “aspirante a tirano” y otra  editorial de La Tribuna del país vasco (18-IX-2024), que no se ha enterado de que está «profundamente enamorado» y el enamorado vive algo confuso, sugiere que es además un sinvergüenza: “un tirano sinvergüenza”. 

Una periodista, Rosa Martínez, quizá más nazi que  fascista,  escribe amargada “Ahora sí me gusta el fútbol”[1], aprovechando para fustigarle, denigrar su figura de estadista y también a sus infinitos admiradores, que los jugadores de la selección española vencedores en la Eurocopa, honrados pero abrumados, también los racializados, por la presencia y la efusiva felicitación del dr. Sánchez, no se atrevían a mirarle a la cara: “Hemos pasado de tener una selección nacional de fútbol masculina que era todo un ejemplo de pluralidad, diversidad, multiculturalidad y cualquier otra virtud progre que pareciera oportuna, a tener a una panda de fascistas que sólo sabe darle patadas a una pelota”. El resto del artículo, rebosa de odio facha.

 En el mismo digital de tendencia extremista, aprovecha también José Alejandro Vara los bulos con que el jefe del PP —que simula a veces ser de extrema derecha para ganar algún voto— atacó al doctor en las Cortes en el artículo  “La ‘Operación Fahrenheit 451’ de Sánchez contra los medios”[2]: “Apenas minuto y medio precisó Feijóo, escribe Vara, para desbaratar el trampantojo de Sánchez”; «La única razón por la que está usted hoy aquí es que la mujer del presidente está siendo investigada en un juzgado por presuntos delitos de corrupción y tráfico de influencias, que su hermano está también en sede judicial por cinco presuntos delitos, que su gobierno y su partido están siendo investigados en tres instancias diferentes por mordidas y prebendas a cargo del erario público y porque su Fiscal General del Estado está siendo investigado por revelación de secretos. No hay nada más. Esto es otra milonga».

Apenas Alfonso Ussía, que no parece ser socialista, comunista o algo así, es decir, un izquierdoso —gente que suele alabar al dr. Sánchez para su desgracia al introducir graves confusiones—, reconoce objetivamente, que el gobierno del dr. Sánchez “se ha caracterizado por su moderado uso del dinero público y la decencia y honestidad de sus miembros, familiares y amigos”. En cambio, José Alejandro Vara está siempre a la carga: “en el sanchismo todo es famiglia y avaricia”. Critica incluso la brillante política exterior que ha llevado al doctor  nada menos que a viajar a China en el famoso Falcón, desafiando en cierto modo a la Unión Europea.[3] Ciertamente, no como turista con todo pagado —estuvo ya hace año y medio—,  sino para estrechar lazos políticos y comerciales. San Chi Po  rebautiza al dr. Sánchez la fascista cubana Zoé Valdés.  “Bajo el mandato de Sánchez y su botones Albares, España, calumnia Vara, ha perdido los dos principales activos de su política exterior: vínculo privilegiado con el mundo árabe y el Magreb, y relación preeminente con Iberoamérica”.  ¿No se relaciona, por ejemplo, cordialmente con Hamas o la flamante Venezuela de su amigo Maduro?

Ventoso parecía un periodista serio: le describe como “el presidente más divisivo, faltón, narcisista y engreído y mendaz de nuestra democracia (y no son epítetos, son hechos)”.[4] Debería estar cercado por acciones parlamentarias, judiciales, públicas, callejeras y mediáticas por sus políticas, sus decisiones, sus concesiones y su familia, sin darle un segundo de respiro, desea Antonio R. Naranjo, también en el fascista El Debate del día siguiente.

Hombre de gran conciencia social, cuya  mayor preocupación son los pobres y desvalidos —de ahí su acogida a los menas y a los inmigrantes en general a la próspera España—, anunció, en un reciente discurso en el Instituto Cervantes, con la autoridad que le da su título de Doctor en economía, la necesidad moral de una fiscalidad más progresiva que “grave más a quienes más tienen”. Lorenzo Bernaldo de Quirós le atacó en un artículo titulado cínicamente “En defensa de los ricos y contra la igualdad”.[5]

Otra forma de atacarle a pesar de su probado carácter liberal, es  acusarle gratuitamente como Ignacia De Pano, de que “le irrita profundamente, que la oposición se oponga, que la prensa escriba, que los obscenos chanchullos de su familia se conozcan —chanchullos no probados, imaginados por la extrema derecha para difamarle—, que las personas piensen, que los votantes voten lo que consideren”.[6]   

 “El partido socialista, dice otra fascista, Esperanza Ruíz, criticando la transición —a pesar de los deseos y esfuerzos del  dr. Sánchez  con su política de misión, hay todavía muchas mujeres de extrema derecha— y mintiendo descaradamente, nos ha traído un estado putocrático. Y un narcoestado. Qué barbaridad. Un Estado que, menos de Derecho (cosa que tampoco tiene ningún mérito), es de todo”.[7]

Juan Luís Cebrián, quizá despechado, afirma obscenamente para desprestigiarle, en un artículo titulado “La tiranía y el hombre del tiempo”, que carece de un proyecto político coherente y sus actos reflejan  una enfermiza voracidad de poder.[8] ¿Voracidad de poder cuando parece estar de acuerdo  con su buen amigo y consejero, el insigne don José Luís Rodríguez Zapatero, doctor honoris causa por la Universidad de León, en descentralizar España transformándola en una muy próspera Confederación de Repúblicas Socialistas Ibéricas, cuya primera piedra podría ser el cupo catalán?

 “Sánchez reina pero no gobierna”, se burla Jorge Vilches.[9] «Tiene bajo su mando cada vez más Estado, pero no gobierna porque es incapaz de llevar a la práctica su programa». Refiriéndose  a la genial idea de destinar 40 millones a financiar el uso de bicicletas para que no se consideren «un símbolo progre» y sustituir los coches para fomentar el uso los vehículos públicos —igual por cierto que el mentiroso alcalde pepero de Madrid, a quien acaba de dar un merecido palo el Tribunal Supremo, aunque no dimitirá—, dice que “solo se explica porque Sánchez está ahora completamente atrapado… Es un verso suelto en la UE —a pesar de que diga lo contrario—, al reconocer el Estado de Palestina y abrirse a China”.  “Sánchez, es un gobernante que no gobierna, sino que anuncia, presupuesta sin ejecutar e insulta a la oposición”.

En la misma línea, Carlos Padilla: “El proyecto de Sánchez hace tiempo que ha quedado reducido al relato sobre lo que ellos mismos dicen que hacen. Por decirlo en términos actuales, este gobierno no se mueve en metro ni en Lambo, simplemente no dispone de combustible. Y su único modo de hacer ver que sigue muy vivo es polarizar para seguir ganando, etiquetar lo que es progresista (y bueno) y lo que es conservador (y malo). En eso no se le puede negar la maestría y el talento”.  Concluye: “¿Para qué sirve este Gobierno?”[10] Ese señorno entiende nada de política, pero odia al doctor.

Insiste Juan Francisco Martín Seco: “Para él (el dr. Sánchez), gobernar es fundamentalmente ocupar el colchón de la Moncloa y hará todo lo posible y lo imposible para mantenerse. Incluso aunque no gobierne”.[11] ¿Cómo es posible que le   respalden nada menos que 22 partidos serios —los partidos que no se fundan para que puedan vivir bien sus jefes del Presupuesto— según las cuentas de Luís María Anson?

El diario franquista on line Libertadigital (16-IX-2024) publica una editorial sobre el muy necesario Plan de Acción por la Democracia, a la verdad quizá demasiado moderado, titulada “Destruir la democracia para ocultar la corrupción”.

José Ignacio Echegaray no se anda por las ramas.[12] Reconoc que, “por supuesto existe un gran deterioro de la democracia,  pero los únicos responsables de eso son Sánchez, su gobierno y todos los deshechos de tienta con los que se ha asociado en el Congreso”. A  continuación, dictamina en varios párrafos como si fuese Tocqueville,  que entiende él por democracia para decir que el dr. Sánchez hace justamente lo contrario.

El falso liberal Alfonso Rojo despotrica a propósito de ese prudentísimo Plan: “debería llamarse Plan de Degeneración Democrática”, pues “no es otra cosa que la reimplantación de la censura … para evitar que los periodistas no amarrados al pesebre de La Moncloa sigamos publicando los enredos de su mujer, las trapacerías de su hermano músico y detalles chuscos sobre la tentacular mangancia de su partido”. … “Lo que Sánchez pretende, no es perfeccionar la democracia, sino blindarse de la crítica y proteger a la recua de maleantes que engorda a su alrededor”.[13] Eurico Campano, titula excitado un artículo, en el mismo número que el de Rojo,  “¡Sánchez legisla contra sí mismo! ¡Dice ahora que prohibirá las mentiras y los bulos!”. ¿No demuestran justamente estos dos inverosímiles artículos, que los bulos un monopolio de la fachosfera?

El colmo es que el ultramegaextremo fascista —término que propone como más exacto Miguel Ángel Quintana Paz, quien lleva a gala serlo—[14] Jesús Cacho, aunque reconoce que los banqueros y grandes empresarios hispanos —el Ibex—, gente sensata, patriota y demócrata por definición, aplauden la política del doctor y simpatizan con él, pida “Un impeachment para Sánchez”.[15]

En fin, se le caricaturiza con la larga nariz del mentiroso Pinocho, se le acusa continuamente de copiar la tesis doctoral como si esto fuera relevante suponiendo que sea cierto —en Alemania, Inglaterra y similares es relevante por apego  a costumbres anticuadas—, de ser un tramposo y de toda clase de ocurrencias malévolas y decisiones perjudiciales para la moral, la política, la economía, etc. Es significativo, que siga bloqueado el documental realizado sobre la vida del dr. Sánchez, espléndido según quienes han podido verlo, dos años y medio después de realizado.                                                                                  

Acosado por la utramegaderecha fascista, todas las precauciones son pocas. Además de cordón sanitario, igual por cierto que Micro Macron en Francia, es  lógico que, por una elemental prudencia, viaje por tierra con una escolta tan grande que parece un cuerpo de ejército, cuando  no es posible ir por aire como si fuera el pájaro Pinto de la vieja canción. “Se va a la gala de los Goya en Valladolid (200 kilómetros desde Madrid) en el Súper Puma para volver a la Moncloa en el Falcon”, le reprocha De Pano. San Chi Po El Chino “se desplaza en Falcon desde la cama al baño”, remacha rencorosamente la cubana, según ella exiliada, Zoé Valdés, porque respeta y se lleva bien con el liberal régimen cubano, cuyo impresionante progreso económico, similar al de Venezuela, parece ser uno de sus modelos.

Dios guarde al dr. Sánchez.


[1] Vozpópuli (18-VII.2024).

[2] Vozpópuli (17-IX-2024).

[3] “De Albares ni los andares”. Vozpópuli (11-IX-2024).

[4] El Debate (5.IX.2024).

[5] Vozpópuli (8.IX.2024).

[6]  “Sánchez y los Lambo”.  Vozpópuli (10-IX-2024).

[7] “Larga tradición setentayochista de lupanar”. La Gaceta de la Iberosfera (10-IX-2024).

[8] The Objective (12-IX-2024).    

[9] The Objective (14-IX-2024). 

[10] “Dicen que Sánchez gobierna”. The Objective (18-IX-2024).

[11] “El gobierno Frankenstein, como la cucaracha, no puede caminar”. The Objective (17-IX-2024).  

[12] Vid. “Plan de regeneración democrática”.  Adelante España (18-IX-2024).

[13] Periodista digital (17-IX-2024).

[14] “Llevo a gala ser facha”. The Objective (15-VII-2024).

[15] También en el tendencioso digital Vozpópuli (8.IX.2024) Este artículo ha provocado una avalancha de comentarios fascistas, que relacionan además al dr. Sánchez con el rey.

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