El conservadurismo que vino del frío

Demócratas de Suecia ha ido cruzando el desierto para transformarse en una formación política aceptable por el sistema

Los Demócratas de Suecia de Jimmie Åkesson se han convertido en el partido revelación del panorama político sueco después de obtener en el 2022 el 30,4% de los votos y 107 escaños, proclamándose la segunda fuerza parlamentaria detrás de los omnipotentes socialdemócratas. La formación derechista había iniciado su ascenso en las elecciones generales de 2010, cuando recibieron un 5,7% del voto y 20 escaños, erigiéndose como sexta fuerza política en Suecia, mientras que cuatro años después, el partido ascendió a la tercera posición más relevante, con un 12,9% de apoyos y 49 asientos en el Riksdag. En el 2018 el SD llegó al 17,5% y 62 escaños, y en el 2022 se convirtieron en indispensables para formar el ejecutivo sin su apoyo parlamentario.

Los Demócratas de Suecia han sido cuestionados por sus rivales políticos, siendo atacados por esconder posturas supremacistas raciales. En 1988 el partido se formó con antiguos miembros del Partido Nacional Nórdico (NRP), Preservar Suecia Sueca (BSS), el Partido del Progreso y el Partido Sueco. Su primer presidente fue Anders Klarström, quien uso como símbolo del partido, hasta 2006, una antorcha encendida con los colores de la bandera sueca. Esta imagen fue usada por primera vez por el Movimiento Social Italiano, el cual fue copiado por otros movimientos como el Frente Nacional de Jean Marie Le Pen, quien respaldó a la formación escandinava desde su origen.

Desde entonces y de forma similar a otros movimientos europeos, Demócratas de Suecia ha ido cruzando el desierto para transformarse en una formación política aceptable por el sistema, distanciándose de grupos radicales marginales, alejando a militantes incómodos y presentando una imagen respetable. En ese cambio profundo, Jimmie Åkesson, su actual líder llevó un protagonismo excepcional. Militante del DS desde la adolescencia en sus ramas juveniles, se convirtió en su dirigente nacional a los 26 años en el 2005. Desde entonces ha potenciado una imagen moderna y alejada del pasado militante nostálgico de uniformes y simbología radical de derechas. Los sectores más radicales, en desacuerdo con su nuevo presidente, abandonaron el partido para formar los National Demokraterna (Nacionales Demócratas), lo que favoreció el proceso de moderación y modernización del partido. A partir de entonces el crecimiento electoral iría en ascenso y será favorecido por el fichaje de antiguos conservadores, como Sten Andersson, que ayudó a mejorar la imagen electoral del partido.

Jimmie Åkesson en un mitin en Estocolmo en 2024.

En su discurso político han reclamado los hechos más gloriosos de la historia de Suecia, como rendir homenaje al rey Carlos XII, quien fue el último soberano que defendió a una Suecia como potencia hegemónica del Báltico. En ese sentido reclaman como condición sine qua non para favorecer la integración de los inmigrantes el conocimiento de la lengua sueca y el conocimiento de la historia del país, sin cuya aceptación consideran imposible la integración positiva de los nuevos suecos. En Suecia hay dos millones de personas nacidas en el extranjero, es decir, alrededor del 20% de la población. En la época del Estado de Bienestar sueco, Olof Palme, el carismático primer ministro socialista sueco, trató de hacer de Suecia un país atractivo para los inmigrantes mediante políticas a favor del multiculturalismo. De ese modo, con la fuerte caída de la natalidad promovida por las políticas contrarias a la familia y al individualismo, se cubrían las necesidades de mano de obra. Para tener una visión positiva en la recepción se buscó a refugiados procedentes de conflictos del mundo. Sin embargo, la llegada de olas de inmigrantes de Oriente Medio agravó los problemas de integración al vivir en barrios construidos para ellos donde mantuvieron su identidad.

La inmigración en Suecia procede principalmente de Siria, el 9,53%, Finlandia, el 7,57% e Irak, el 7,37%. En la actualidad, el 8% de los habitantes de Suecia procede de un país de mayoría musulmana, en su mayoría son originarios de Siria e Irak, por motivo de la guerra. La fuerte presencia islamista en aquellos países también derivo en la localización de algunos yihadistas en suelo sueco. No obstante, el problema mayor ha sido la llegada de mafias albanesas, kosovares e iraquíes que se han sumado a las autóctonas en el control de la droga y la trata de personas. Ciudades estratégicas como Malmö, que se encuentra al otro lado del puente de Oresund, que conecta Dinamarca con Suecia, su control contribuye a un aumento de la violencia entre ellas. En el 2021 hubo casi cincuenta asesinatos en el país y la violencia va en aumento. Este hecho ha ayudado a la sociedad sueca a unir criminalidad con aumento de la presencia de inmigrantes de países no integrados en su sociedad.

Otro problema es que este flujo de mano de obra extranjera comenzó a dañar a los trabajadores suecos nativos al mantener los sueldos bajos y ante el abandono de los partidos de izquierda de la clase trabajadora, los obreros suecos han empezado a apoyar a los Demócratas de Suecia como su portavoz natural, ya que el resto de los partidos de derechas, como conservadores, democristianos y liberales son representativos de la clase media. Actualmente el SD se autodenomina como un partido socialmente conservador, pero con una visión nacionalista. En el 2018, los Demócratas de Suecia abandonaron el grupo europeo de ID donde mantenían relación con los franceses de Marine Le Pen desde la época de su padre y cambiaron de grupo a ECR, Conservadores y Reformistas Europeos de Giorgia Meloni en búsqueda con esa identificación conservadora que Jimmie Åkesson defiende para su partido. Desde el 2022, el SD aunque no forma parte del ejecutivo de derechas que gobierna Suecia, da su apoyo parlamentario desde el exterior, influyendo, por ejemplo, en un endurecimiento de las leyes de inmigración y un mayor apoyo en el establecimiento de la ley en los barrios conflictivos de mayoría musulmana. En esa línea apoya a la monarquía, a la iglesia de Suecia (luterana) y se opone a las políticas de género y de colectivos lgtbi que dañen el modelo familiar. A nivel regional tiene fuertes contactos con sus equivalentes de Finlandia (Perussuomalaiset) y de Dinamarca (Dansk Folkeparti). El SD tiene tres eurodiputados en el Parlamento Europeo y es el partido conservador social de corte nacionalista de mayor peso en la región escandinava.

Profesor titular de Hª Contemporánea, en la Universidad CEU San Pablo, Dr. en Hª Contemporánea por la Universidad de Deusto y de Derecho Político por la UNED. Autor, entre otros, de 'Historia del fascismo', Córdoba, Almuzara; 'Poland and Spain – Border Countries of the European Union', SCHEDAS-Uniwersytet Warzawski, Madrid-Varsovia,2021; 'El terrorismo en la Europa del Bienestar', Madrid, Dykinson, 2020 y 'El Beato Maloyan en el Gólgota de los armenios', Madrid, Encuentro, 2020; y 'La España del Desarrollo', Valladolid, Gallandbooks, 2014.

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