En el dinámico mundo del pensamiento conservador estadounidense, la figura de Helen Andrews se ha establecido como una figura que genera tanto admiración como controversia. Editora y escritora de renombre, Andrews ha dejado su huella en publicaciones influyentes como The American Conservative, National Review y el Washington Examiner. Desde ahí ha contribuido al debate intelectual con una perspectiva que desafía tanto las ortodoxias conservadoras como las progresistas.
Andrews, nacida Helen Rittelmeyer, forjó su camino intelectual en los pasillos de Yale, donde se licenció en estudios religiosos. Esta formación académica sentó las bases para una carrera que la llevaría a ocupar posiciones influyentes en el mundo del periodismo y el pensamiento conservador. Su paso por National Review como editora asociada, su experiencia en Australia como investigadora en el Centre for Independent Studies, y sus roles como editora gerente del Washington Examiner y editora senior de The American Conservative, han moldeado una perspectiva que combina el rigor académico con la agudeza periodística.
El enfoque de Andrews se caracteriza por una reevaluación crítica de los principios conservadores y su aplicación en el contexto contemporáneo. Sus escritos cuestionan aspectos de determinadas alas del conservadurismo moderno, como su abrazo del individualismo extremo y el capitalismo sin restricciones. Andrews argumenta que estas tendencias han erosionado instituciones tradicionales y lazos comunitarios fundamentales para la sociedad. Esta postura la ha llevado a enfrentarse con corrientes más libertarias dentro del movimiento conservador, que ven su escepticismo hacia ciertos aspectos del libre mercado como una desviación de los principios conservadores tradicionales.
En su libro Boomers: The Men and Women Who Promised Freedom and Delivered Disaster(2021), Andrews presenta una crítica mordaz a la generación del baby boom. El texto retrata seis figuras notables nacidas entre 1945 y 1964, utilizándolas como lente para diseccionar lo que ella considera la generación viva más poderosa y adinerada. Andrews argumenta que los baby boomers, en su búsqueda de libertad y progreso, socavaron de forma inadvertida muchas de las instituciones y valores que fueron sostén principal de la sociedad estadounidense.
La obra de Andrews ha sido tanto elogiada por su audacia como criticada por su tendencia a la generalización. Críticos como David French han argumentado que el análisis de Andrews sobre la generación del baby boom es demasiado amplio y no reconoce adecuadamente la diversidad dentro de esa cohorte demográfica. Otros, como Jonah Goldberg, han sugerido que la visión de Andrews de un pasado más virtuoso está idealizada, pues no tiene en cuenta los problemas sociales de épocas anteriores.
Andrews es conocida por su crítica al progresismo tecnocrático. Argumenta que la élite progresista ha creado una nueva forma de aristocracia basada en una meritocracia tan excluyente como las jerarquías tradicionales. Su análisis sugiere que esta nueva clase dirigente ha perdido conexión con los valores y realidades de la mayoría de los estadounidenses. Esta crítica se extiende a lo que ella considera una obsesión por la eficiencia y la optimización en detrimento de valores humanos más profundos.
Aunque Andrews no ha sido una partidaria incondicional de Donald Trump, sus ideas han contribuido al clima intelectual que facilitó su ascenso. Su crítica a las élites establecidas y su llamado a un conservadurismo más arraigado en valores tradicionales han resonado en sectores del electorado que se sienten ignorados por el establishment político. El énfasis de Andrews en la importancia de las comunidades locales y las instituciones tradicionales se alineó con el mensaje de «America First» de Trump, aunque ella mantiene una distancia crítica de muchas de las políticas y retóricas específicas del presidente electo.
Las posiciones de Andrews sobre temas sociales son las más controvertidas. Sus opiniones sobre el feminismo y los roles de género han sido criticadas por considerarse reaccionarias, incluso dentro del conservadurismo. En su análisis de figuras como Betty Friedan y Gloria Steinem, Andrews argumenta que ciertos aspectos del feminismo de la segunda ola contribuyeron a la erosión de estructuras familiares y comunitarias tradicionales. Esta postura ha generado debates acalorados tanto en círculos conservadores como progresistas.
El trabajo de Andrews no ha estado exento de acusaciones de simplificación excesiva. Críticos como Ross Douthat, que a menudo simpatizan con sus argumentos, no han dejado de señalar que Andrews aborda en ocasiones con pincel de brocha gorda determinados problemas sociales y culturales. Su tendencia a atribuir amplios cambios sociales a las acciones de individuos específicos ha sido cuestionada en ocasiones por historiadores y sociólogos que enfatizan en la necesidad de una mayor rigurosidad en los análisis.
A pesar de las controversias, el trabajo de Andrews ha sido reconocido por su capacidad para estimular el debate. Su ensayo «Shame Storm», que narra su experiencia personal con el acoso en línea, ganó el prestigioso «Sidney Award» en 2018 y fue elogiado por figuras como Andrew Sullivan y David Frum. Este ensayo, que explora las dinámicas de la cultura de la vergüenza en la era digital, demuestra la capacidad de Andrews para abordar temas contemporáneos con profundidad y matiz.
La influencia de Andrews en el debate político contemporáneo es notable. Su crítica a lo que ella percibe como el fracaso de las instituciones educativas para proporcionar una educación rigurosa y basada en valores tradicionales ha resonado en círculos conservadores preocupados por la dirección de la educación superior.
En el ámbito de la política económica, Andrews ha argumentado en contra de lo que ella ve como un énfasis excesivo en el crecimiento económico a expensas de otros valores sociales. Esta posición la ha puesto en desacuerdo con conservadores más orientados al mercado, pero ha encontrado simpatía entre aquellos que buscan un enfoque más profundo y humano del bienestar social y económico.
La escritura de Andrews se caracteriza por un estilo incisivo y a menudo provocativo. Su habilidad para formular aforismos memorables y su uso efectivo de anécdotas históricas han contribuido a su popularidad como comentarista. Sin embargo, este estilo también ha sido criticado por a veces priorizar la retórica sobre el análisis riguroso.
En última instancia, Helen Andrews representa una voz distintiva en el panorama intelectual conservador contemporáneo. Su disposición a cuestionar tanto las ortodoxias conservadoras como las progresistas ha generado debates significativos sobre la dirección del movimiento conservador y su relación con la sociedad moderna. Mientras algunos ven su trabajo como una necesaria revisión de los principios conservadores tal y como son interpretados por algunos pensadores contemporáneos, otros lo critican por su tendencia a la nostalgia y a la generalización.
Independientemente de la posición que se tome, es innegable que Andrews ha contribuido a revitalizar el debate intelectual dentro del conservadurismo estadounidense, al desafiar tanto a amigos como adversarios a reconsiderar sus posiciones y prejuicios. Su trabajo genera discusiones sobre temas fundamentales como el papel de la tradición en la sociedad moderna, los límites del individualismo, y la relación entre libertad personal y responsabilidad social.
A medida que el conservadurismo estadounidense evolucione, es previsible que voces como la de Helen Andrews desempeñen un papel crucial en la configuración del cada vez más exitoso discurso intelectual y político anti woke. Su capacidad para provocar reflexión y debate asegura que, al margen de si uno está de acuerdo o no con sus asunciones, sus ideas continuarán siendo una parte importante de la conversación sobre el futuro de la derecha estadounidense y, por extensión, de la política americana en general.
Fuentes
[1] Profiles in self-contradiction: a review of Boomers by Helen Andrews https://philanthropydaily.com/profiles-in-self-contradiction-a-review-of-boomers-by-helen-andrews/
[2] Did the Boomers ruin America? An interview with Helen Andrews https://www.catholicworldreport.com/2021/02/10/did-the-boomers-ruin-america-an-interview-with-helen-andrews/
[3] Lasch, Rehashed: On Helen Andrews’s “Boomers” https://lareviewofbooks.org/article/lasch-rehashed-on-helen-andrewss-boomers/