Seguramente recordarán que Pedro Sánchez dijo que «la economía española no va como una moto, va como un cohete«, algo que inmediatamente me llevó a un artículo que escribí hace años sobre Israel en que decía que «había despegado como un cohete, iba como un tiro y aquello sería la bomba», diagnóstico que obviamente tenía muchos sentidos. Tras su declaración surgió de inmediato la duda, pues venía se un sujeto con un doctorado muy cuestionado, con acusaciones de plagio y que toma decisiones críticas sobre una economía de la que incluso desconocía su tamaño, no extrañando que se le llame «Dr. Fake» por un sinnúmero de razones.
El caso de la doctora Claudia Sahm (en la foto), Foster de soltera, es todo lo contrario, hablamos de una economista seria, de primerísimo nivel, que ya ha conseguido que su trabajo merezca que hablemos de la Regla Sahm a similitud, por ejemplo, de la Regla de Taylor, dos indicadores que en los centros de decisión de la UE «woke», y no digamos España, son ignorados olímpicamente. Hablamos de indicador cíclico que utiliza la tasa de paro para anticipar las recesiones entre uno y ocho meses y con una coincidencia estadística cercana al 90% para EE.UU., estando el otro casi 10% en disputa; a dicha regla debemos la detonación de la última corrección bursátil que puso los pelos de punta en sector financiero a principios de agosto de este 2024.
Progresismo y ciclo económico.
La degradación, o degeneración, del Progresismo la tratamos recientemente y, lógicamente, eso también afecta al pensamiento económico, algo que se concreta en que se puede lanzar cualquier acción política que de votos, que la Sociedad lo digiere y siempre se va a más, lo cual, desde un punto de vista realista, es falso, depende de lo que hagas y, conocidos los antecedentes del sujeto, nadie en su sano juicio piensa que el supuesto doctor es consciente de las implicaciones de lo que hace.
En cualquier análisis de la situación económica actual lo primero que ha de tenerse en cuenta es que, cuando se cerró la economía, se mataron los ciclos de entonces. Luego, al permitir el reinicio de la actividad, se fueron reactivando. Los ciclos que más interesan son dos: el primero, el de inventarios, con duración de cuatro años (3-5) y el segundo, relativo a la inversión bruta fija (maquinaria, equipos, instalaciones, etc.), con duración de ocho (7-11) Ambos ciclos se solapan y producen una onda similar a las tres de la gráfica anterior.
Ciclo español actual.
Lo tienen en la siguiente gráfica donde los valores se salen de escala por la tremenda manipulación que se hizo al sistema. La línea negra es el crecimiento del PIB real, la verde de la Demanda Interna (o Nacional, Doméstica, etc.) y la ocre es la aportación de la Demanda Externa. Si la apertura empezó en mayo de 2020, el ciclo de inventarios (cuatro años) debía aterrizar este año, como así lo hizo.
Podríamos decir que la Demanda Nacional va a un ritmo normal (cercana al 2% de crecimiento anual), mientras que el saldo exterior (anteriormente los hizo mayores) va muy bien (antes de la pandemia ya hacía esas cosas) porque, entre otras cosas, tras la pandemia, en que vimos la muerte muy de cerca, la valoración del turismo ha mejorado notablemente, medalla que se atribuye este Gobierno de parásitos como hace con las de los deportistas de éxito. Por supuesto, oculta que los turistas también padecen los daños de la inmigración descontrolada permitida (como la permisividad con las drogas), cuando no promovida (se inauguró con el buque Aquarius), por Sánchez, más propia de negreros y mafiosos, que alimenta una carísima red clientelar, algunas traen personas que nunca se integraran, crean «no go zones», te destrozan el barrio e incluso, como en Irlanda y Reino Unido, quieren tomar el poder para implantar sus perversos sistemas anti-ocidentales.
Tema distinto es cuando uno observa los componentes de la Demanda Nacional (siguiente gráfica) pues, con todos creciendo por encima de la misma (línea verde), en especial el Gasto Público (línea morada), el freno lo pone la Inversión Bruta en Capital Fijo (línea gris punteada) que, tras la normalización post-pandemia, va muy mal (segundo peor país de Europa para invertir), y no digamos si la comparamos con el periodo anterior al golpe de Gobierno que dejó a Rajoy en un bar y al bolso de Soraya en su escaño, esto es, con la que heredó el supuesto doctor. De modo que, salvo las «presuntas» corrupciones y los «petardos» al mando, no hay nada parecido a un cohete.
Desde que empezó este Gobierno vino con un plan que parecía diseñado para hacer daño al país, en especial a su demografía originaria y a su soberanía, tanto que nos llevó a preguntarnos si eran un Gobierno de idiotas. El perjuicio es múltiple, del comercio minorista al sector agrícola, inmobiliario, la distribución de alimentos (con extrañas importaciones masivas peligrosas), la energía, el INE, la educación, las relaciones exteriores, etc. destacando especialmente todo lo relacionado con el automóvil. La lista y su detalle sería interminable y lo peor de todo es, que ante el ciclo económico forzado que vivimos, igual lo toman como confirmación de que lo decía del ciclo progresista es cierto. Pues no y las facturas económicas y demográficas se acumulan.
El inevitable ajuste fiscal.
Este negocio progresista de enorme aumento de población importada con cada vez más impuestos para financiarla, lógicamente, da un crecimiento interno bajo y destruye el balance de las familias, por no hablar del aumento de la delincuencia, con asesinatos, violaciones, destrucción de barrios, etc. Es criminal, pero hay más. En la actual situación cíclica los presupuestos deberían estar cerca del equilibrio, pero no, en caso de que se crean los datos de la Chiqui, que es incluso peor que Dr. Sánchez, y el PIB del INE, el déficit fiscal ronda el 3,4% del PIB y no se prevé reducirlo (línea roja, siguiente gráfica). En el caso de Estados Unidos (línea azul oscura) la situación es incluso mucho peor, con un déficit entorno al 7% del PIB; imagínense ahora que ocurra la recesión.
Luego está el problema de la deuda pública —tema al que dedicamos una serie en «Deuda pública y pobreza de las naciones»—, asunto capital (siguiente gráfica) en el que sorprende la ignorancia de quienes la determinan y de los supuestos expertos que pululan por las redes. Como muestra de los desatinos está la constante comparación, por endeudamiento público «similar», de Francia, que tiene un Estado unitario e ingresa casi el 53.5% de su PIB, con EE.UU, que es una federación y sus ingresos públicos son 32,6 % del PIB. ¿Quién garantizará la libre circulación de mercancías en los mares, tema crítico para España, cuando EE.UU. no pueda hacerlo por su ajuste fiscal?
La regla de Sahm.
En este mundo de declaraciones de expertos prostituidos y donde medran «economistas» como Sánchez, tan pronto salió el mal dato (un buen análisis) de empleo en EE.UU. (en España también los ha habido malos), salieron prestos a decir que fue por los huracanes, fenómeno recurrente muy conocido en la investigación económica y que se normaliza usando medias móviles en la regla de Sahm, un ejercicio que estoy seguro Sánchez no sabría hacer aunque le dieras dos horas para intentarlo. Es un cálculo sencillo, pues dice: habrá recesión cuando «la media móvil de tres meses de la tasa nacional de desempleo (U3) aumenta en 0,50 puntos porcentuales, o más, con respecto al mínimo de los promedios trimestrales de los 12 meses anteriores».
Luego están los famosillos que dicen que el mercado bursátil está manipulado y que esto es un ejemplo más de eso. O sea, estudiamos teorías conspirativas y dejamos la Economía. Pues no, la regla de Sahm seguro que está incorporada, como muchos otros indicadores, en los sistemas expertos que hacen trading y trading de alta frecuencia, tema que empezó hace más de veinticinco años y que representa más de 50% de las transacciones en EE.UU. La noticia simplemente hizo de detonador de unos mercados muy inestables por la crisis japonesa, donde un determinante principal es su enorme deuda pública.
Esos son los tiempos que vivimos y que determinan nuestro futuro económico. Como estamos en período electoral, es muy difícil una recesión a corto plazo; tema distinto es 2025. Hasta allí, tendremos tiempo para revisar esta regla tras un ciclo forzado, para obtener muchos otros datos y así ver las perspectivas económicas, bursátiles y de tipos de interés, temas estos que espero poder abordar próximamente en este medio.