Si, como hace Payne con toda la razón, colocamos la guerra civil española dentro de las guerras revolucionarias europeas del siglo XX, el resultado no sostiene la pretendida excepcionalidad sangrienta española, ni mucho menos el holocausto español
Un episodio de hace casi 100 años, en que una España más pequeña, más pobre y más aislada que la actual fue capaz de tener una política exterior independiente, de enfrentarse a enormes poderes extranjeros… y de vencerles